viernes, 28 de agosto de 2015

Criadas y Señoras | Por Rocío Mesa Avilés.

Título original: The Help
Autora: Kathryn Stockett
Nº de páginas: 480
Editorial: Maeva


SINOPSIS 


Skeeter, de veintidós años, ha regresado a su casa en Jackson, en el sur de Estados Unidos, tras terminar sus estudios en la Universidad de Mississippi. Pero como estamos en 1962, su madre no descansará hasta que no vea a su hija con una alianza en la mano. Aibileen es una criada negra. Una mujer sabia e imponente que ha criado a diecisiete niños blancos. Tras perder a su propio hijo, que murió mientras sus capataces blancos miraban hacia otro lado, siente que algo ha cambiado en su interior. Minny, la mejor amiga de Aibileen, es bajita, gordita y probablemente la mujer con la lengua más larga de todo Mississippi. Cocina como nadie, pero no puede controlar sus palabras. 

 A pesar de lo distintas que son entre sí, estas tres mujeres acabarán juntándose para llevar a cabo un proyecto clandestino que supondrá un riesgo para todas. ¿Y por qué? Porque se ahogan dentro de los límites que les impone su ciudad y su tiempo. Y, a veces, las barreras están para saltárselas. Un libro inolvidable de Kathryn Stockett que se ha convertido en un éxito gracias al boca-oreja de los lectores.

OPINIÓN
Kathryn Stockett nos cuenta en este libro la historia de tres mujeres de Jackson, Mississippi, que viven en la sociedad americana de principios de los sesenta. En ella aborda diversos temas como la violencia, la desigualdad de género o el asesinato del presidente Kennedy. No obstante, se centra

principalmente en los derechos raciales, donde también se mencionan algunas de las marchas de Martin Luther King.

Lo primero a destacar de esta historia es su narración. Está escrita en primera persona, pero con tres narradoras diferentes: Skeeter, Aibileen y Minny. Los capítulos son, en mi opinión, demasiado largos. Sin embargo, al estar narrado desde los diferentes puntos de vista de las tres protagonistas, consigues meterme más en su piel, y al mismo tiempo, se hacen más amenos.



Miss Skeeter acaba de terminar sus estudios en la universidad, pero sin trabajo, no le queda más remedio que volver a Jackson. Lo peor para ella no es regresar a su ciudad natal, sino regresar con sus padres, especialmente con su madre que solo es capaz de pensar que su hija tiene algún tipo de problema por no haber encontrado a un hombre que la cuide, y con el que formar una familia. De hecho, la preocupación de su madre es tal, que incluso piensa que podría ser lesbiana, de modo que la aconseja ir a un psicólogo para que la curen. En realidad, el único problema que tiene Skeeter es que es diferente a su madre, y a todas sus amigas. Ella solo trata de centrarse en su futuro profesional como escritora.

Aibileen trabaja para Miss Leefot, una de las amigas de Skeeter, cuidando a su pequeña Mae Mobley, a la que quiere con todo su corazón. Aibileen ha trabajado durante toda su vida cuidando niños, diecisiete para ser exactos, y a todos los considera sus hijos. No obstante, tras la muerte de su propio hijo, algo en ella ha cambiado. Cada vez está más reacia a permitir ciertas conductas.

Minny, (sin duda alguna mi favorita) es la mujer más poco delicada y bruta de todo Jackson. Es incapaz de controlar su carácter, y lo que es aún peor, sus palabras, lo que le ha costado en más de una ocasión perder algún empleo. No obstante, ese genio que tiene, desaparece por completo cuando su marido la maltrata.

Desde el primer capítulo la autora se dirige de inmediato a un tema muy concreto: una propuesta para instalar urinarios especiales para las criadas negras. Y así, a lo largo de toda la historia, encontramos infinidad de situaciones, que pese a ser impensables hoy en día, tristemente existieron y se tuvo que luchar.

Kathryn Stockett muestra perfectamente a través de esta historia y sus diálogos la diferencia en la educación recibida por blancos y negros, junto con las crueles situaciones por las que tenían que pasar día a día las criadas, y en general, la gente de color: lavabos separados, hospitales distintos para negros y blancos, escuelas, bibliotecas o restaurantes a los que los negros no podían acceder, etc.

Haciendo una visión general, esta novela es exquisita. Trata un tema delicado que obviamente te hace pensar, pero aún así, la autora no cae en el dramatismo, de hecho, el libro está lleno de momentos de humor, representados fundamentalmente por Minny, lo que hace que sea una lectura muy grata.

En definitiva, Criadas y Señoras es una novela que nos muestra la historia de tres mujeres que intentaron hacer algo para cambiar sus vidas, mostrando que para transformar aquello que no va bien, es necesario luchar.



Artículo escrito por Rocío Mesa Avilés.

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