Las siguientes líneas han sido
escritas por Francisco Montero Lázaro, cuyo tema radica sobre una
ideología propia argumentada, tratada y descubierta por dicho autor.
Esto NO es un libro de autoayuda, es un texto que documenta la
existencia de otra filosofía religiosa contraria de la que se conoce
hoy en día. Si no quieres conocerla, no te interesa, o piensas que
vas a sentirte ofendido, deja de leer, pues no me haré responsable
de cualquier audiencia que piense que esto no debería de estar
escrito, que es falso o incluso ilegal. Si vas a continuar leyendo,
te deseo que disfrutes de la lectura.
El
Staterismo
Índice
- Introducción.
- Etimología y significado literal.
- ¿Qué es? Relaciones con la religión moderna.
- Usos y especificaciónes del Staterismo.
- Simbología.
- Conclusión y valoración general.
1. Introducción:
Desde el origen de
los tiempos, la religión ha estado vigente en todos los ámbitos de
la vida cotidiana de las personas. Hemos mantenido la creencia firme
de que todos los factores que nos rodean se ven influenciados por
ella; el amor, el dinero, la salud, el bienestar en general...etc.
Muchos han tratado de controlarla, y han intentado dominar (aunque
dichas personas no lo reconozcan) a la entidad que gobierna sobre la
religión, mayoritariamente conocido como Dios. Un Dios que
necesita ser adorado para poder cumplir su función, la cual varía
en diversas ocasiones dependiendo de a qué cultura nos estemos
refiriendo. No importa en que religión nos encontremos, siempre
habrá un ser superior que nos dice lo que debemos de hacer y cómo
debemos de actuar. Algunos acusan a este pensamiento de ser una mera
herramienta para controlar a las personas, y otras lo acusan de ser
un velo que nos ponemos para protegernos de los factores de
riesgo que nos rodean a lo largo de la vida. Pero no voy a entrar en
ese tema.
En algunas
religiones, este ser divino no lleva nombre, porque las divinidades
no lo necesitan, y es adorado simplemente bajo el nombre de Dios.
Dios es, para muchos, el gobernante de la vida. Ha controlado los
cimientos y sentimientos del mundo que hoy en día conocemos durante
décadas...qué digo décadas, ¡siglos! Gobierna sobre los cuatro
elementos, pues es el mismo quien los creó, es quien juzga y castiga
por encima de las leyes humanas, y lo más importante, es quien
decide quien debe de ser perdonado y quien no. Es un ser que nadie
querría tener en su contra, eso desde luego, pero basándonos en la
religión clásica, ¿puede alguien acabar con Dios en su contra?
¿Realmente hay algo que podamos hacer para que Dios nos de la
espalda durante el resto de nuestros días? Ya podemos descargar una
película pirata, robar en un banco o matar a alguien, si vamos a la
iglesia a rogar el perdón se nos será concedido. ¿Por quién?
Según aquellos que se encuentran en las capillas haciéndose llamar
mensajeros del cielo, de Dios, pero eso nunca lo llegaremos a saber
con certeza, por mucha fe que una persona pueda tener. Todo está
bien preparado para que nunca dejemos de ir a la Iglesia a rezar,
¿por qué? No tengo ni la más remota idea. Ignoro por completo los
intereses de la Iglesia, la organización que Dios dejó como legado
tras bajar del cielo, y que por tanto lo representa, pero sí puedo
conocer todo lo que dejan a la vista.
Pero no quiero
hablar de la Iglesia...bueno, en realidad me encantaría continuar,
pero esta tesis no trata sobre La cara oculta de la Iglesia ni
nada por el estilo. Quiero centrarme en las principales entidades que
existen en la religión; el Demonio y Dios. Llamados por multitud de
nombres, representados por miles de personas y objetos, imaginados
por millones de mentes y estereotipados por todo tipo de religiones,
nadie puede negar su existencia en una religión. Es la base de toda
creencia; la lucha o enfrentamiento entre dos energías totalmente
opuestas. A una hay que adorarla como parte de nuestra familia, y a
la otra hay que desterradla y no sentirnos atraídos por sus
influencias. Si hacemos esto, obtendremos en favor de la energía a
la que adoramos y tendremos beneficio. Si no lo hacemos, vagaremos
por el mal camino durante toda la eternidad. Da igual que ideología
sea y que creencias posea, sin este concepto no existe la religión,
así de sencillo. Esta manera de pensar es tan popular y ha sido tan
generalizada, que estoy seguro de que si a cualquier creyente
practicante le cuestionas la existencia de alguno de estos dos seres
o su función en el plano humano se llevaría las manos a la cabeza.
Pero, ¿y si dicho enfrentamiento mutuo y eterno en realidad no
existiese? ¿Y si estas entidades tuviesen una función y relación
totalmente diferente de como nos la explica la religión clásica?
Algunas personas no pensamos de la misma manera que el resto. Algunas
personas hemos sabido forjar nuestras propias ideas y pensamientos
sin necesidad de organizaciones o creencias ya impuestas, y de ahí
ha nacido el staterismo.
2. Etimología y
significado literal.
El
término staterismo proviene
de la palabra latina Statera,
que significa equilibrio, balanza e incluso perfección, a a que se
le ha unido el sufijo -ismo,
característico de cualquier movimiento social o creencia.
En realidad, el
staterismo no ha sido declarado oficialmente, y es un término
simbólico y superficial que le he dado yo mismo hasta que pueda
nombrarlo por una palabra reconocida socialmente. Puedes usar la
palabra que quieras por esta misma razón, por ejemplo buscar entre
otras raíces de lenguas clásicas otros términos para poder definir
el concepto en cuestión.
3. ¿Qué es?
Relaciones con la religión moderna.
Ahora, sin más
dilación, voy a explicar qué es exactamente el staterismo. El
staterismo es la creencia que afirma que todo lo favorable viene como
consecuencia de la unión de dos fuerzas opuestas, para crear un
equilibrio y una situación de balance y sincronía. Esto puede
aplicarse a cualquier creencia o ámbito cotidiano, pero sin duda
alguna aquello con lo que más se puede relacionar es con la
religión. Como ya he dicho en la introducción, la religión moderna
se basa en el enfrentamiento de dichas fuerzas (Dios y el Demonio)
pero el staterismo sostiene el equilibrio, unión y sincronía entre
ambas. Dicho esto, un staterista no puede pensar que la tierra fue
creación únicamente de Dios y que Satanás es su enemigo, si no que
ambos contribuyeron a su formación, así como la del ser humano y
todo lo vivo en el plano real. Este es uno de los ejemplos de los
principios básicos que tiene un staterista. No es que los deba
tener, el staterismo no es una moda ni mucho menos, simplemente,
aquel que no piense así no se debería de considerarse a sí mismo
seguidor de dicha creencia.
A partir de aquí,
puedes reajustarlo todo a tu nivel personal, porque ¿qué es una
creencia sin una opinión propia? Puedes pensar que Dios y el Demonio
trabajan juntos, que se reparten la administración del plano
espiritual, o simplemente (que es la idea que más apoyo) que son
simples entidades hechas para funcionar, y que no tienen elección
libre para decidir si hacerlo juntos o por separado. Evidentemente,
como toda creencia, tiene una gran influencia de otras, y puedes
atribuir a estas dos entidades cualidades que otras religiones
mantienen, creando así una gran variedad de versiones y opiniones
diferentes, ¿y cuál sería la verdadera? Ni idea, pero eso es lo
divertido, ¿no crees?
4. Usos y
especificaciónes del Staterismo.
Ya
he puesto el ejemplo de la comparación de la religión moderna con
el staterismo, pero dicha creencia no se limita a eso, si no que
puede aplicarse a cualquier costumbre o ámbito de la vida cotidiana.
Estos principios pueden variar muchísimo, y puedes entenderlos o no
entenderlos, compartirlos o no compartirlos, pero debes respetarlos,
así como tú quieres que respeten los tuyos. Puedes pensar que para
aprobar un examen debes suspender varios, que para que te toque la
lotería primero tienes que perder dinero, para tener éxito en el
amor primero tienes que fracasar...y así indefinidamente. No quiero
que se confunda con el antónimo o lo opuesto a La Ley de la
Atracción, (pensamientos similares atraen acciones y sucesos
similares) que es algo totalmente distinto. Puedes pensar que has de
suspender exámenes pero creer que así aprobarás para conseguir lo
que quieres. Esto es una manera de pensar igual de válida que el
cristianismo, por ejemplo, pero como toda idea y creencia moral tiene
sus límites. Al igual que no puedes limitarte a rezar para que tu
hijo se cure de leucemia, tampoco puedes pasarte la vida suspendiendo
exámenes hasta que apruebes alguno, porque si esto pasa el problema
no es que el staterismo no funcione, si no que el problema eres tú,
que quizás estás haciendo algo mal.
El staterismo es un
pensamiento poderoso, pero no hace milagros. No puedes ganar la
lotería sin antes haber comprado el cupón, por ejemplo. Lo que
intento decir es que ni el staterismo, ni el cristianismo ni la Ley
de la Atracción están hechos para hacer realidad las fantasías de
cada uno, si quieres conseguir algo, siempre vas a tener que poner de
tu parte.
En definitiva,
puedes aplicar el staterismo en lo que sea, y así crear una nueva
idea de las cosas.
5. Simbología
El staterismo suele
ser representado con el pentáculo, ya sea de manera ordinaria o
invertido:
El por qué de esto
es muy sencillo. El pentáculo invertido coincide con la supuesta
imagen que se tiene de satanás, con sus cuernos, orejas y boca, y
cuando lo revertimos podemos ver una figura humana, que representa la
creación, es decir, a Dios. Aún así, esto relaciona a la creación
directamente con Dios, y puede resultar un tanto contradictorio, es
por eso que tenemos este otro:
Este símbolo es muy
común, y
se conoce como
“Trisquel”.
Las dos espirales
inferiores
simbolizan las dos
fuerzas
opuestas unidas, y
la superior
simboliza la
creación, el fruto
de la unión.
6. Conclusión y
valoración personal.
El staterismo aún
no está sostenido por ningún sistema estatal ni social, es por ello
que estoy escribiendo estas líneas, para darlo a conocer. Esta tesis
no sirve para invalidar o paralizar cualquier otra imagen del plano
divino y demoníaco, es otra visión del mismo totalmente distinta e
innovadora.
No ha sido sencillo
escribir todo esto, no os voy a mentir. He tardado unos 3 meses en
perfeccionarlo y ajustar cualquier principio staterista que no
coincidiese con mi modelo mental. Aún así estoy feliz de haberlo
terminado, porque a pesar de que apenas son cuatro páginas, es el
texto expositivo más delicado que he escrito nunca. He tenido sumo
cuidado de respetar opiniones ajenas sin variar las mías, explicar
el concepto sin denigrar otros y poder entrar en la mentalidad de las
personas sin que se sientan ofendidas, si ha sido el caso contigo,
pido disculpas humildemente, pero no fui yo quien decidió leerlo.
Espero que con esto
haya podido poner mi grano de arena para que en esta sociedad tan
cerrada y llena de dogmas e imposiciones se abra un nuevo abanico de
otras posibles creencias y opiniones. La razón de apelar
constantemente al lector no ha sido casualidad, la razón es bien
sencilla; el protagonista de este texto no soy yo, ni Dios ni el
Demonio, si no tú, porque tú eres quien decide como debes de pensar
y sobre todo, en qué debes de creer. No dejes que nadie te imponga
sus opiniones personales, y si tienes que discutir, ¡discute! Porque
discutiendo es como mejor se entienden las personas.
En definitiva, he
disfrutado mucho escribiendo estas cuidadas líneas, espero que hayas
disfrutado tanto como yo.
Artículo escrito por Francisco Montero Lázaro
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